Soy profesional de 29 años, uno de los días más felices de mi vida, fue el día que expuse mi tesis y me recibí. Nervios, tensión, toda la presión que se siente al ser evaluada, y obvio el miedo a tildarse. El tribunal examinador y yo. Afuera la familia y amigos esperando por mí.

 Y si…, luego toda la emoción y llanto de felicidad al concluir una etapa, a querer atesorar ese instante que soñé por muchos años. Años de cursada y todo el apoyo familiar. Sensaciones, “piel de gallina” dirían algunos, se acaba una etapa y comienza una nueva. Ese día se guarda por siempre en un lugar del corazón.

Saludos a las dos; me encanta la página y los videos que realizan.

María Celeste ( 8-10-21)