Flexibilidad. Desapego. Adaptación a los cambios.

 

La flexibilidad es la capacidad de adaptarse a situaciones nuevas, a procesos renovadores, a diferentes ámbitos, a diferentes personas y a diversos lugares.

La flexibilidad requiere de la capacidad de aceptar la nueva situación por más desagradable que sea y una rápida capacidad de adaptación. Los cambios se dan en épocas de crisis. En el devenir de la vida no podemos tener nada anclado para siempre porque suceden hechos y continuamente hay nuevas circunstancias.

No hay una segunda oportunidad, como no hay una segunda primera vez. Cada hecho de nuestra vida es único porque, aunque la situación sea la misma, nosotros no somos los mismos.

Para cambiar debemos querer tener una actitud de querer cambiar.

👉 1) Modificar los objetivos: si siempre hacemos lo mismo y no nos resulta positivo, no sigamos haciendo lo mismo, algo debemos cambiar en ese círculo negativo.

👉 2) Para cambiar debemos ser flexibles ante el desapego, ya sea de las cosas, de lo que piensan las otras personas, de las personas tóxicas que son negativas, y el desapego de nuestras propias ideas.

👉 3) Una persona es flexible cuando escucha y tiene interés por conocer al otro, ve las nuevas situaciones como positivas, tiene empatía, demuestra actitud de querer cambiar, cuando hay un reciclaje emocional y no se queja y valora lo bueno y cuando tiene asertividad, que es la habilidad personal que nos permite expresar sentimientos, opiniones y pensamientos en un momento oportuno de forma adecuada y sin negar los derechos de los demás.