Toda pérdida ocasiona dolor y vacío en nuestro ser, más si se trata de personas amadas, pero el devenir de la vida no se detiene.

Esta experiencia intenta llenar el vacío que deja la ausencia de una persona, instalando una sensación de presencia.

 

Es una técnica de la PNL para ir cambiando la sensación de vacío y anhelo ante el recuerdo de la persona que se ha marchado, por otra sensación más positiva de presencia.

* Cierra los ojos y respira profundamente varias veces; piensa en la persona que perdiste (o en esa mascota querida que perdiste)

¿Dónde la vez? ¿Arriba? ¿Abajo? ¿A la izquierda? ¿A la derecha? ¿Al frente? ¿De qué tamaño es su imagen? ¿Es nítida o borrosa? 

* Mueve mentalmente esta imagen. Retírala y aléjala de vos un poco abajo, un poco hacia un lado.

* Trata de hacerla pequeñita, respira profundamente.

* Cada vez que exhales mové la imagen con tu mente. 

* Abre los ojos y piensa en tres ocasiones alegres, felices, de amor, de afecto, de cariño, que hayas compartido con esa persona; es decir experiencias hermosas y significativas para vos. Recuerdos agradables. 

* Cuando hayas elegido esas tres situaciones, cierra los ojos, respira profundamente y piensa en la primera situación: ¿Dónde están? ¿Qué hacen? ¿Qué emociones y sentimientos tienen en ese momento?

* Trata de revivir el momento, siente la felicidad dentro de ti.

* Piensa en un título para esa vivencia, como si fuera una película, escribilo mentalmente y dejalo ahí. 

* Repite lo mismo con las otras dos ocasiones elegidas. 

* Regresa a la primera vivencia, con los ojos cerrados, respira profundamente, estira la mano físicamente y recoge imaginariamente el título que le pusiste  y acércalo hacia vos, llévate la mano al pecho, hacia tu corazón.

* Guarda ese recuerdo en tu mente y en tu alma. 

* Repite lo mismo con los otros dos momentos elegidos. 

* Esas vivencias son el tesoro más preciado que te puede dejar esa persona, es la parte de su esencia compartida con vos.

* Da gracias al universo por descubrir esto y con las manos en el corazón respira profundamente. Intenta llenar el vacío que sientes con esos valores y sentimientos que te dejó esa persona. 

* Abre los ojos lentamente.

 

Si te resulta muy pesado en una sola meditación trabajar con las tres ocasiones, hacé una por vez.

Verás que con el paso de los días y de este ejercicio, el sentimiento de pérdida será reemplazado por el de presencia y agradecimiento y la resignación surgirá en algún momento.

Recuerda valorar a las personas, decirles y demostrarles tu amor.

Vive en presencia, aquí y ahora.