Deja salir a tu niño interior:
- Visualízate a ti mismo de niño, mira una fotografía si lo necesitas.
- Piensa en esa imagen, trae el recuerdo de un momento cualquiera al presente.
- Continua visualizando y establece ahora un diálogo con ese niño.
- Escribe una carta a tu niño interior.
- Permítete maravillarte con algo.
- Vuelve a ser niño , aunque sea por un día.