"THE CHARISMA MYTH" de Olivia Fox Cabane echa por tierra la idea de que el carisma es algo con lo que nacemos y que solo unas pocas personas pueden tener y nos enseña cómo conseguirlo.
Las ideas fundamentales son:
- La combinación de presencia, poder, y calidez son el secreto del carisma.
- Para ser naturalmente carismático necesitamos encontrar nuestro ‘’estilo de carisma”.
- Nuestro estado emocional y mental puede ser el mayor obstáculo para ser carismático.
Ser carismáticos, es tener ese magnetismo que atrae a los demás y hace que se esté en el centro de las conversaciones; entonces el carisma es una habilidad imprescindible en nuestra sociedad, y aunque muchos piensan que es algo con lo que se nace, la realidad es que todos podemos llegar a ser carismáticos.
Todo depende de nuestro lenguaje corporal y nuestra inteligencia emocional.
Según Olivia Fox Cabane la clave del carisma se encuentra en la presencia, la calidez y el poder y distingue cuatro tipos de carisma:
Focus Carisma:
Este tipo de carisma se centra en vivir el momento y concentrarse en todo lo que diga otra persona, todo lo que piense y todo lo que sienta, es decir hacerla sentir que está en el centro de nuestro mundo. Es muy parecido a lo que hacen los seductores, el objetivo es hacer que la otra persona se sienta especial.
Carisma Visionario
En este caso se basa en tener una visión, algo que se quiere conseguir y ser capaces de transmitir la energía que viene con esto. Los visionarios pueden transmitir la seguridad que tienen y con ello hacer que los que les escuchan se sientan más cómodos y más confiados.
Carisma de amabilidad
Este se basa en ser capaz de dar paz a las personas con las que se habla; ser capaz de aceptarlas tal como son y así hacerlas sentir seguras.
Es uno de los tipos más difíciles ya que se requiere tener mucha confianza, porque sólo entonces podrás a aceptar a los demás.
Carisma autoritario
Es la situación opuesta a la anterior y requiere que se muestre el poder que se ha acumulado, no se trata de convertirse en un dictador, pero sí en que se muestre el estatus que se tiene.
Todos tenemos un tipo de carisma que se ajusta más a nuestra personalidad y lo más seguro es que seamos una mezcla de varios tipos.
Nuestro estado emocional y mental puede ser el mayor obstáculo para ser carismático.
Para poder desarrollar el carisma lo más importante es que creamos que podemos desarrollarla.
Hay que empezar por controlar nuestras emociones y pensamientos lo mejor posible y solo entonces podremos controlar lo que pasa en nuestro interior y empezar a entender lo que pasa a nuestro alrededor.
Es normal sentirse nervioso, tenso, o con miedo y es exactamente por ello por lo que podemos aceptar esas emociones y seguir adelante.