La comunicación nunca ha sido tan rápida ni tan fácil como en la actualidad. Nos podemos comunicar con casi todo el mundo con tanta tecnología a nuestra disposición.

La comunicación consiste en crear y mantener una conexión eficaz entre las personas.

Para comunicar con efectividad hay que tener en cuenta cómo percibirán los demás el mensaje que reciben.

La formación y el entrenamiento en comunicación se refiere a dos roles: emisor y receptor. Cuando el receptor recibe el mensaje, lo procesa a través de su marco de referencias y lo percibe desde su modo de ver la realidad. Ese marco de referencias está constituido por muchos factores: actitudes, creencias, cultura, educación, emociones, experiencias, sexo. Procesamos los mensajes y los convertimos en percepciones diferentes y que producen reacciones distintas.

Las palabras son el contenido del mensaje; las posturas, los gestos, la expresión, el tono de voz son el contexto en el que el mensaje está enmarcado y juntos dan el sentido a la comunicación.

Un asentimiento de cabeza, un arqueamiento de cejas, una sonrisa o un ceño fruncido… todo lo que se haga está enviando una señal que tiene un efecto sobre el interlocutor.

La sintonía es fundamental para la comunicación. Cuando las personas están en sintonía, la comunicación fluye; tanto los cuerpos como las palabras están en armonía. Las personas que sintonizan tienden a relajarse y se complementan en las posturas, gestos, contacto visual. Hay como una danza donde cada uno responde a los movimientos del otro. Para crear sintonía hay que unirse a la danza de la otra persona igualando su lenguaje corporal en forma respetuosa. Se trata de crear un puente entre el emisor y el receptor. Igualar no es imitar los movimientos de los otros.

Los buenos oradores o interlocutores son los que entran en sintonía con su auditorio, ya sean educadores, hombres de negocio, terapeutas, abogados, etc.

La comunicación empieza con nuestros pensamientos, luego usamos palabras, tono, lenguaje corporal para transmitir el mensaje a otra persona. La sintonía es saber qué palabras usa la otra persona para detectar su forma de predominante de pensar y ver el mundo (Sistema visual, auditivo, o Kinestésico).

Cuando hay diferencias entre lo que la gente percibe como cierto y lo que realmente es verdadero, tiene peso la percepción. Es decir que lo que la gente considera verdad es su percepción de la realidad y lo demás es mentira.

Y. E. FUNES