El abrazo no es solo entrelazar con los brazos, es conectarse con el corazón del otro en un mismo latir.

 

  • Date un fuerte abrazo a vos misma, rodeándote con los brazos lo que más puedas. Quédate así abrazándote unos minutos y siente el calor de tus manos transmitiéndote energía; respira profundamente y deja que esa energía te invada el cuerpo. Sentirás una hermosa sensación de bienestar. 
  • Háblate con palabras que te den aliento y fuerza para enfrentar ese momento de angustia y seguir adelante. 
  • Busca el mimo que te de placer y que despierte tus sentidos.

 

"El amor de mi vida, soy yo misma,

porque si no me quiero, no puedo dar amor a los demás"