En el Devenir de la vida, siempre van a existir circunstancias poco agradables que nos llevan a poner en práctica nuestra fuerza interior y lo importante es fortalecer el espíritu.

 

  • A la noche acostada, antes de dormir, cierra los ojos, respira profundamente varias veces; siente la respiración en todo tu cuerpo y relájate. 
  • Piensa en lo negativo que te pasó en el día, imagina ese episodio como si fuese una foto en blanco y negro y mentalmente comienza a minimizarla, achicándola cada vez más y cuando sea pequeñita, muy pequeñita, descártala en la papelera de tu mente. Respira profundamente. 
  • Ahora piensa en lo positivo que te pasó en el día (aunque sea algo simple), imagina ese episodio como si fuese una foto en color, maximízala lo que más puedas y cuando sea lo suficientemente grande, observa cómo la luz lo invade todo, mira cómo brillan los colores y siente mentalmente esa energía positiva; deja que te invada el cuerpo y el alma. 
  • Respira profundamente, relájate y con esa sensación de plenitud y sosiego, intenta dormirte.

 

“Siempre un pensamiento positivo antes de conciliar el sueño”.