Las experiencias de desarrollo interior requieren de un proceso de conocimiento de nuestras fortalezas y debilidades. Ellas permiten que nos conozcamos mejor y nos ayudan a manejar las diferentes situaciones en el Devenir de la vida.
No hay recetas ni ensayos previos. Vamos construyéndonos en un incesante y maravilloso devenir. Vamos viviendo y resignificando lo que nos pasa y lo que queremos.
Las experiencias que les proponemos son actividades para iniciarlos en un nuevo camino de exploración personal, intentando que cada uno reconozca sus problemas, los enfrente y los supere, para mejorar las relaciones interpersonales, para descubrir habilidades y recursos, para fijar metas y planificar objetivos, logrando la armonía necesaria que los llevará al equilibrio en sus vidas.
Conociendo cómo reaccionamos las personas al cambio, podemos ayudarnos y ayudar a los demás en la transición de las etapas de la curva del cambio para que el impacto negativo sea lo menor posible y la adaptación sea más rápida.
Más que experiencias de reflexión son recomendaciones de prevención para el cáncer de mamas:
La vida son ciclos que cambian en una continua danza que constituyen el devenir. Nada está predeterminado y siempre hay nuevos comienzos.
Si en algún momento has pensado que en tu vida debe haber un renacer y que necesitas renovarte para llenarla de más alegría; debes saber que puedes lograr el cambio que buscas y empezar a vivir diferente.