Las experiencias de desarrollo interior requieren de un proceso de conocimiento de nuestras fortalezas y debilidades. Ellas permiten que nos conozcamos mejor y nos ayudan a manejar las diferentes situaciones en el Devenir de la vida.
No hay recetas ni ensayos previos. Vamos construyéndonos en un incesante y maravilloso devenir. Vamos viviendo y resignificando lo que nos pasa y lo que queremos.
Las experiencias que les proponemos son actividades para iniciarlos en un nuevo camino de exploración personal, intentando que cada uno reconozca sus problemas, los enfrente y los supere, para mejorar las relaciones interpersonales, para descubrir habilidades y recursos, para fijar metas y planificar objetivos, logrando la armonía necesaria que los llevará al equilibrio en sus vidas.
El liderazgo no funciona sin sintonía. Si el puente está construido la otra persona nos seguirá.
Debemos plantearnos como ser líder en nuestra vida, en nuestro entorno más cercano, nuestra familia.
Meditar parece una práctica difícil, pero no lo es. Para meditar solo bastar con estar. Es importante crear un hábito o una rutina para tener éxito.
Para comunicar de forma efectiva, debemos entender que todos percibimos el mundo de distinto modo y que utilizamos este conocimiento como guía para comunicarnos con los demás.
El principio básico para iniciarse en los registros akáshicos es la meditación.
Hay muchas formas de concentrarse en la meditación y muchas maneras de meditar.