Las experiencias de desarrollo interior requieren de un proceso de conocimiento de nuestras fortalezas y debilidades. Ellas permiten que nos conozcamos mejor y nos ayudan a manejar las diferentes situaciones en el Devenir de la vida.
No hay recetas ni ensayos previos. Vamos construyéndonos en un incesante y maravilloso devenir. Vamos viviendo y resignificando lo que nos pasa y lo que queremos.
Las experiencias que les proponemos son actividades para iniciarlos en un nuevo camino de exploración personal, intentando que cada uno reconozca sus problemas, los enfrente y los supere, para mejorar las relaciones interpersonales, para descubrir habilidades y recursos, para fijar metas y planificar objetivos, logrando la armonía necesaria que los llevará al equilibrio en sus vidas.
Toda pérdida ocasiona dolor y vacío en nuestro ser, más si se trata de personas amadas, pero el devenir de la vida no se detiene.
Esta experiencia intenta llenar el vacío que deja la ausencia de una persona, instalando una sensación de presencia.
Poné en práctica la Filosofía japonesa del ikigai:
- Está siempre en actividad, en movimiento. Realiza cosas que activen tus neuronas y te mantengan bien físicamente.
- Toma todo con calma, sin apuro.
“Buscamos la emoción de lo perfecto,
cuando en el devenir de la vida ,
lo excitante es lo imperfecto.”